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La música es más que el arte de aunar melodía y letra para dar lugar a una pieza que consiga entretenernos durante un tiempo determinado. Está demostrado científicamente que las canciones tienen un efecto en nosotros: en nuestro sistema nervioso central, en la respiración o en la presión arterial.
Así es; existe música para cada momento de nuestras vidas. Y, aunque no lo creamos, las canciones pueden desempeñar un papel fundamental en nuestro propósito de llevar una vida sana. Pero… ¿cómo?

La música y el deporte

Si se elige bien, la música puede ser el motor que nos motive a la hora de hacer ejercicio o practicar un deporte. Una canción alegre o que tenga una connotación energética puede ser el impulso que necesitemos para enfrentarnos a una actividad física.
Pero no sólo eso; además, la música es capaz de reducir nuestra sensación de fatiga, de mejorar la sincronización y de aumentar nuestra concentración, entre otras cosas. ¿Quién no se ha descubierto a sí mismo corriendo, de repente, al ritmo que marca una canción?

La música y la nutrición

Por muy extraño que pueda parecer, la música nos puede ayudar a la hora de llevar una dieta equilibrada y sana. Algunos estilos de música, como el jazz o la clásica, nos pueden relajar mientras cocinamos o comemos, provocando que lo hagamos de forma más lenta y, por tanto, saludable. ¿A quién no le apetece preparar platos caseros elaborados con la mejor banda sonora acompañándonos?
Por eso, en Santalucía, si contratas antes del 1 de diciembre del 2016 tu seguro Asistencia Familiar Plus, Asistencia Familiar premium o Asistencia Senior a Prima Única, te regalamos un Altavoz Bluethoot Huawei, para que puedas disfrutar de la música allá donde vayas.

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