Seamos sinceros, pasamos mucho tiempo frente al móvil y muchas veces es tiempo que perdemos, pero ¿sabes dónde dedicamos tiempo a las pantallas y qué podríamos hacer para cambiarlo?
Lo primero de todo es ser conscientes del uso que le damos a nuestros móviles y a internet y analizar si realmente necesitamos dedicarle ese tiempo, ya que tenemos un promedio de 140 minutos cada día dedicados a mirar pantallas.
Los lugares y momentos en los que más tiempo dedicamos a una pantalla son: en el trabajo, más que por el motivo evidente de que muchas personas trabajan con un ordenador, es habitual encontrarnos con que, estas personas, dedican gran parte de sus descansos a utilizar el móvil. Por otro lado, nuestros hogares, ya sea viendo la televisión, el ordenador o el móvil pasamos gran cantidad del tiempo conectados a una pantalla. Y por último, los lugares de ocio, como los restaurantes y las tiendas, aunque resulte increíble mientras estamos en estos momentos de ocio somos altamente propensos a utilizar el móvil y estar conectados a una pantalla, aunque estemos con otras personas en ese momento.
Suena increíble que sean estos los momentos en los que más conectados estamos, ¿verdad? Sin embargo, muchas veces, no sabemos cómo podemos evitarlo y por qué podríamos cambiar este tiempo.
Nuestra primera recomendación es que establezcas un horario para mirar el móvil, televisión u ordenador. Por ejemplo, puedes leer tus mensajes antes de salir de casa, volver a revisarlos a mediodía y terminar de verlos y responderlos al volver a casa, aprovechando los momentos durante el día en los que no vayas a tener compañía para poder hacer un seguimiento de los mensajes.
Lo segundo que te recomendamos es ponerte unos límites de conexión. Aunque ya hay redes sociales y aplicaciones que lo permiten, es bueno que tengas algunas restricciones como, por ejemplo, no mirar las pantallas del móvil o del ordenador mientras estés en una conversación con alguien.
Y entonces, ¿qué hago con esos 140 minutos que ganamos al dejar de lado las pantallas en algunos momentos importantes? Puede que nos estemos perdiendo conversaciones con nuestros familiares sobre qué tal ha ido su día, momentos con nuestros amigos en los que disfrutemos o tal vez podamos dedicárselo a nuestro hijo para entender qué tal le va y poder ayudarle. Tal vez, incluso, nos sirva para poder relajarnos y desconectar para, realmente, conectar con nosotros mismos.