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Con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, desde Santalucía queremos hacer hincapié en esta acción tan sencilla y altruista que salva tantas vidas.
Además debes saber que donar sangre aporta beneficios a tu salud, te ayuda a equilibrar los niveles de hierro en caso de que éstos sean altos, mejora tu flujo sanguíneo…
La semana pasada te hablábamos sobre los diferentes procesos de donación y qué se necesita para donar sangre, tejidos o médula. Hoy sin embargo, nos centraremos exclusivamente en la donación de sangre, aportándote algunos datos muy interesantes que te harán reflexionar.

Por qué es importante donar sangre

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, las transfusiones de sangre se utilizan para salvar vidas en casos como:

  • Partos. Muchas mujeres que presentan complicaciones obstétricas como embarazos ectópicos, hemorragias antes, durante y después del parto, etc.
  • Anemia grave. Los niños que presentan anemia grave normalmente causada por paludismo y malnutrición.
  • Accidentes. Las personas que han sufrido un traumatismo grave.
  • Intervenciones quirúrgicas. Muchos pacientes en intervenciones quirúrgicas y médicas complejas pueden necesitar transfusiones, así como pacientes de cáncer.

Pero estas son solo algunas de las intervenciones en las que se puede necesitar realizar una transfusión de sangre. Lo cierto es que es una práctica habitual y constante. De ahí, que sea tan importante concienciar a la sociedad de la importancia de las donaciones de sangre.

Beneficios de donar sangre

Además de la satisfacción personal de estar ayudando de manera desinteresada a los demás, donar sangre aporta a tu cuerpo otros beneficios interesantes que deberías conocer:

  • Ayuda a equilibrar los niveles de hierro. Las personas que sufren anemia no pueden donar sangre, ya que en cada donación se pierde un cuarto de hierro aproximado. Para las personas que tienen altos los niveles de hierro es una ayuda útil para regular los niveles.
  • Mejora el flujo sanguíneo. Si donas sangre con regularidad, siempre respetando los límites permitidos, conseguirás que ésta fluya con mayor facilidad. Por culpa de agentes nocivos como el azúcar, el tabaco o el estrés, la sangre se puede volver más densa. Por lo que realizando donaciones ayudaremos a su fluidez.
  • Control de la salud. Cuando donas sangre se hace una revisión en la que te pueden encontrar alguna anomalía. Algunas de las mediciones que se realizan para el proceso son control de la temperatura, presión sanguínea, pulso, niveles de hemoglobina y también se comprueba si se padece alguna enfermedad infecciosa.

Si todavía no has donado nunca porque te da cierto miedo el proceso, desde aquí te animamos a que disipes esas dudas y te animes a hacerte donante. Es un proceso sencillo y rápido que no te dolerá y, sobre todo, que ayudará a muchas personas que lo necesitan. ¿Qué me dices? ¿Te unes? ¡Dona sangre!

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