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¿Has vuelto al trabajo y te cuesta volver a adaptarte a la rutina diaria? Madrugar, las exigencias del día a día, el cambio de rutinas…todo esto puede provocar el conocido como síndrome postvacacional.
Si te sientes identificado con el párrafo anterior, es posible que sufras esta patología. Se estima que un 30% de la población la padece, sobre todo, durante los meses de agosto y septiembre.
La vuelta a la rutina diaria no afecta a todo el mundo por igual. Las personas que por su forma de ser son más flexibles y adaptativas, no sufren tanto el cambio de rutina. Hay que saber diferenciar el síndrome postvacacional, de la apatía y desgana puntual de volver al trabajo.

Cómo saber si se tiene

En general, se tienen efectos físicos y psicológicos. Entre los efectos que notaremos en el cuerpo están el insomnio, problemas digestivos, cansancio y dolor de cabeza. Suelen ser los más comunes. Por otro lado, los efectos psicológicos son la apatía, irritabilidad, cambios de humor y la dificultad para concentrarse.
Todos estos síntomas pueden estar presentes en mayor o menor medida y tienen una duración de entre diez y quince días de media, aunque cada persona es diferente y puede variar.

Qué hacer

Existen una serie de hábitos que puedes realizar para que el síndrome postvacional sea lo más corto posible y, que al final, se convierta en la desgana puntual de volver a la rutina del trabajo.
Mantener un estilo de vida saludable
Una dieta equilibrada y ejercicio es esencial para que nuestro cuerpo y mente se mantengan en forma.
Seguir disfrutando de actividades de ocio a la vuelta de vacaciones
Ya no disfrutar de las vacaciones fuera de tu ciudad no quiere decir que no puedas realizar actividades diferentes. Aprovecha los días de verano que quedan y no te quedes en casa a la salida de la oficina. Tomar algo con los amigos, acudir A una fiesta, ir al cine, a una exposición, un paseo nocturno…son muchas las opciones para seguir con la sensación de verano en el cuerpo.
Aprender técnicas de relajación
Conocer tu cuerpo es muy importante y saber controlarlo más. Por ello, utiliza técnicas que te ayuden a relajarte y a enfrentarte a estos primeros días con una actitud más tranquila. Tómatelo con calma, el primer día de la vuelta de vacaciones es una toma de contacto. No quieras hacer todo lo que no has hecho durante tus vacaciones en una jornada. Respira, relaja y poco a poco.
Mantener una actitud positiva
Siempre hay que mantener una actitud positiva ante la vida y pensar en las cosas buenas que nos rodean.
¿Ponemos en práctica estas técnicas para superar la vuelta a la rutina?

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