Vivir con ansiedad
La ansiedad es una respuesta del cuerpo frente a una situación que el cerebro reconoce como de peligro o amenaza. Esta respuesta se manifiesta poniendo el cuerpo en modo de alerta para poder enfrentarse a esta situación.
Clases de ansiedad
Existen varios tipos de ansiedad, la adaptativa y la patológica.
Ansiedad adaptativa
Este tipo de ansiedad es normal que la sufran todas las personas ante situaciones que pueden generar cierto estrés en la vida cotidiana. Se puede decir que es una respuesta natural del cuerpo que nos ayuda a afrontar situaciones complicadas.
Ansiedad patológica
Cuando las personas no son capaces de enfrentarse a estas situaciones y adaptarse es cuando la ansiedad adaptativa pasa a ser patológica provocando síntomas físicos, psicológicos y conductuales en las personas.
Síntomas de la ansiedad
En algún momento de nuestras vidas todos hemos sentido nervios en situaciones como una entrevista, hablar en público, etc. El problema comienza cuando la ansiedad se empieza a manifestar en el día a día impidiéndonos actuar.
Los síntomas que se pueden manifestar son:
- Físicos: los síntomas físicos que podemos experimentar son la taquicardia, falta de aire, sudoración, palpitaciones, tensión en los músculos, problemas digestivos, mareos…
- Psicológicos: bloqueo, agobio, sensación de vacío, temor, dificultad para tomar decisiones…
- Conductuales: dificultad para actuar, problemas de atención o concentración, preocupación excesiva…
Cómo vivir con ansiedad
Para intentar controlar los síntomas de la ansiedad e intentar reducirlos es importante llevar una vida sana. Hay que empezar por levar una vida equilibrada en todos los aspectos: alimentación, ejercicio y meditación.
Alimentación
Es importante llevar una dieta equilibrada y añadir alimentos que pueden mejorar el estado de ánimo. Son recomendables aquellos ricos en triptófanos como el plátano, la avena o las nueces. Estos alimentos tienen un efecto relajante en nuestro organismo.
También los alimentos ricos de tiamina ayudan a estabilizar el estado de ánimo. Esta sustancia se encuentra en las legumbres, los frutos secos o el arroz, entre otros.
El consumo de carbohidratos aumenta los niveles de serotonina que ayuda a reducir los niveles de ansiedad.
Es importante evitar alimentos que contengan cafeína, debido a que estimulan el sistema nervioso y ayudan a aumentar la ansiedad. También es importante eliminar el alcohol porque aunque inicialmente tiene un efecto calmante, después aumenta los niveles de ansiedad.
Ejercicio
Realizar deporte de manera habitual es una forma de que nuestro cuerpo genere endorfinas y nos ayuden a sentirnos mejor y estar más relajados.
Existen deportes que además de relajar nuestro cuerpo ayudan a relajar la mente mediante el control de la respiración. Practicar yoga o pilates es una manera de mantenernos en forma y ayudar a controlar los niveles de estrés.
Meditación
En combinación con la alimentación saludable y los ejercicios de respiración, la meditación hará que puedas llegar a controlar los niveles de estrés y ansiedad que te pueden provocar situaciones del día a día.
Si realizando estos cambios en tu rutina diaria no consigues controlar los niveles de ansiedad, lo ideal es consultar con un médico experto que te ayude a controlarla.
Recuerda llevar una actitud positiva y visualizar el cambio para conseguirlo.