Vivir con Parkinson
Con motivo del Día Mundial del Parkinson queremos dar un poco más de visibilidad a esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a unas 300.000 personas en nuestro país.
Qué es
El Parkinson es una enfermedad crónica neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso de manera progresiva.
Las personas que sufren esta enfermedad se caracterizan por la falta de segregación de dopamina, conocida como la hormona de la felicidad. Esta sustancia permite que se realicen los movimientos; de ahí, que cuando falta se produzcan los temblores tan típicos de esta enfermedad.
No se conoce la causa exacta de esta enfermedad, pero se considera que pueda ser una mezcla de factores genéticos, medioambientales y del propio envejecimiento del organismo.
Al tratarse de una enfermedad degenerativa, los enfermos sufren diferentes fases:
- Fase 1: Afecta a un lado del cuerpo.
- Fase 2: Afecta a ambas partes del cuerpo.
- Fase 3: Afectación bilateral con alteración del equilibrio.
- Fase 4: Aumento del grado de dependencia.
- Fase 5: Severamente afectado y dependiente.
Síntomas que alertan
Es complicado detectar algunos de los síntomas del Parkinson. Su diagnóstico debe ser realizado por especialistas, pero si te puedes mantener alerta ante los síntomas que mencionaremos a continuación.
Síntomas motores
- Lentitud en los movimientos.
- Rigidez en extremidades.
- Temblor en reposo.
- Disminución de la expresión facial.
Síntomas no motores
- Neuro-psiquiátricos: trastorno afectivo o de control de impulsos, demencia…
- Del sueño: somnolencia, insomnio…
- Autonómicos: sudoración excesiva, seborrea…
- Digestivos: náuseas, estreñimiento…
- Sensoriales: dolor, alteraciones visuales…
- Otros: fatiga, pérdida de peso…
La mayoría de estos síntomas pueden deberse a otras dolencias, pero sí es importante que se acuda al médico especialista para realizar un examen médico y descartar la enfermedad.
Cómo vivir con la enfermedad
Tanto si sufres Parkinson como si vives con un familiar afectado por ella, es importante que se conozca la enfermedad y se cuente con las herramientas para afrontarla.
Cuando se recibe el diagnóstico es muy importante informarse bien para poder resolver todas las dudas que puedan surgir. Se recomienda que se sigan realizando las mismas actividades que realizaba antes del diagnóstico y comenzar con el tratamiento o terapia que te aconseje el médico lo antes posible.
Cuidados
- Alimentación. La alimentación cobra más importancia, si cabe, cuando se está enfermo. Es muy importante mantener una dieta equilibrada y saludable que ayude a mantener la calidad de vida de los enfermos.
A medida que la enfermedad avance, la dieta puede sufrir modificaciones. De adaptarla se encargará tu médico.
- Vida social. Se deben ir adaptando las actividades a la enfermedad para que la persona que la sufre pueda seguir disfrutando.