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La vida, como todos sabemos, no está exenta de riesgos, contratiempos y reveses capaces de desembocar, a veces, en situaciones que pueden parecer irreparables. Por ello, ante esa imprevisibilidad, nada mejor que anticiparse, adoptando las medidas necesarias para tratar de impedir que una situación desafortunada de como resultado un final sin solución posible.

¿Pero cómo ‘resguardarnos’ ante estas contingencias y, al mismo tiempo, cuidar de nuestros familiares? ¿De qué forma podemos asegurarnos el presente y garantizar su futuro? La solución pasa, en muchos casos, por contratar un seguro de Vida.

Un producto especialmente diseñado para blindar nuestra protección y evitar preocupaciones, así como el bienestar, la seguridad financiera y tranquilidad de nuestros seres queridos ante circunstancias imprevistas y tan difíciles de afrontar como pueden ser una enfermedad grave, una incapacidad absoluta o la muerte.

¿Qué ofrece un seguro de Vida?

Por regla general, los seguros de Vida incorporan la garantía principal de fallecimiento del asegurado durante la vigencia de la póliza, con los riesgos excluidos o siniestros motivados por distintas causas que contemple cada aseguradora.

Se trata, pues, de una garantía estandarizada que busca, en cualquier caso y a través de una indemnización al asegurado o beneficiarios, preservar la economía doméstica en el supuesto de que falte aquella persona responsable del sostén familiar. De esta forma, el seguro de Vida garantiza el pago de un capital asegurado en caso de defunción.

Sin embargo, la protección no acaba aquí. A pesar de que cada producto puede incorporar distintas prestaciones y características diferenciadoras en función de las condiciones generales y particulares recogidas en el contrato, lo cierto es que los seguros de Vida suelen contemplar un amplio catálogo de coberturas opcionales y complementarias que ayudarán a incrementar ese grado de seguridad y amparo. Tanto personal, como familiar. Entre las más frecuentes encontramos el fallecimiento por accidente (simultáneo, de circulación, etc.), la invalidez absoluta y permanente por cualquier causa, la gran dependencia o dependencia severa o la protección jurídica.

Calcular un seguro de Vida

¿Por qué un seguro de Vida Riesgo? Probablemente, en más de una ocasión te habrás planteado la duda de si necesitas, o no, suscribir un seguro de Vida -si es que no cuentas ya con una póliza de estas características-. La legislación española deja muy claro que no se trata de un producto obligatorio (ni para formalizar una hipoteca, ni un préstamo personal u otros productos afines).

En cambio, como podrás imaginar, sí que constituye una opción muy aconsejable habida cuenta del nivel de protección que ofrecen estos productos, de los beneficios asociados que nos reporta su contratación. En especial, si tenemos hijos o personas a nuestro cargo y somos la fuente de ingresos de nuestro hogar.

Ahora que conoces algunas de las bondades de este tipo de productos, ¿cómo calcular el precio de un seguro de Vida? ¿Cuánto cuesta? ¿Qué se tiene en cuenta a la hora de valorarlo?

El coste anual de la póliza o prima del seguro se determina teniendo en cuenta dos factores fundamentales:

  • La edad del asegurado que, por lo general, va desde los 18 años hasta los 65 años. ¿Por qué se necesita conocer este dato? Muy sencillo: la fecha de nacimiento determina la esperanza de vida de una persona. Así, a menor edad, mayores probabilidades de vivir, con un menor riego para la compañía de seguros.
  • El capital que queremos asegurar. Esto es, la cantidad máxima que percibirán los beneficiarios en caso de fallecimiento o invalidez del asegurado, en función de las condiciones particulares de la póliza suscrita.

Otros condicionantes básicos para el cálculo de un seguro de Vida pueden ser el género, la profesión u ocupación laboral, el estado de salud (para ello, tendremos que cumplimentar un cuestionario médico o pasar un reconocimiento si las sumas a asegurar son muy elevadas), así como las propias características de la póliza (coberturas y garantías).

En Santalucía queremos facilitarte el proceso para comparar productos y calcular online el coste de tu seguro de Vida. Con nuestra herramienta podrás conocer al instante el precio final de tu póliza, incluyendo todas las garantías necesarias para asegurar tu tranquilidad y la de tus seres queridos.   

Asesorarse bien sobre las garantías y coberturas que incluye el producto que queremos contratar es un aspecto esencial para una buena elección de la póliza del seguro de Vida.

Contratar un seguro de vida

Suscribir un seguro de Vida Riesgo persigue, fundamentalmente, asegurar los ingresos futuros de los beneficiarios designados a tal efecto, con objeto de velar por su bienestar y estabilidad económica en el supuesto de que ocurra algún infortunio.

Así para elegir el mejor seguro de Vida, debes tener en cuenta que el capital garantizado es, como hemos señalado con anterioridad, la cuantía que recibirán los beneficiarios de tu póliza. Por tanto, la recomendación pasa por que este sea igual a tres veces tus ingresos anuales brutos.

Además, no olvides otras consideraciones de gran importancia a la hora de suscribir una póliza como pueden ser el hecho de que tu familia pueda necesitar una renta para mantener su nivel de vida, si tienes deudas hipotecarias, préstamos o, en el caso de ser padre o madre, si quieres contemplar el pago de las carreras universitarias de tus hijos.

A la hora de firmar un préstamo hipotecario, el banco nos propondrá contratar un seguro de Vida con su propia aseguradora. Sin embargo, no pueden obligarnos a firmarlo con ellos. La recomendación pasa por estudiar las diferentes opciones, los precios de mercado, las coberturas que ofrece cada compañía y analizar cuál es la que más nos conviene.

Cómo cobrar un seguro de Vida

El fallecimiento de un familiar conlleva siempre la realización de múltiples trámites burocráticos por parte de sus allegados. Una de estas diligencias guarda relación con el seguro de Vida. Así, en caso de óbito, el beneficiario tendrá que entregar a la entidad aseguradora una serie de documentación legal para la formalización de la póliza y el cobro de la indemnización. Entre otros, el certificado de defunción y el certificado de matrimonio (si son cónyuges).

Ante la duda, siempre se puede acudir al Registro de contratos de seguros de cobertura de fallecimiento, un registro público dependiente del Ministerio de Justicia en el cual los interesados podrán consultar si una persona fallecida tenía contratado un seguro con este tipo de garantía y la entidad con la cual lo habría formalizado.

Una vez entregada la documentación pertinente, se iniciarán los trámites del cobro. En caso de que el beneficiario no esté incluido en el seguro de Vida, serán los herederos legales los que reciban el abono acordado en la póliza.

En ocasiones, hay pólizas que incorporan una cláusula conocida como valor de rescate de un seguro de Vida. En este caso, si se cumplen dos anualidades del acuerdo con la compañía aseguradora, el asegurado recibe una cuantía en relación con lo que le corresponde. Por lo general, en este tipo de contratos se incluye un cuadro de valores garantizados, donde se acuerda el importe que recibirá el asegurado en caso de anular la póliza antes de que termine su vigencia.

 

Si necesitas una mayor protección para los tuyos, elige el seguro de Vida que más se adapte a tu situación personal. Cuenta con el mejor equipo de expertos para recomendarte las mejores pólizas y vive con una mayor tranquilidad. Confía en Santalucía para cuidar de tu familia.

¿Cómo elegir el mejor seguro de Vida?