Ya está disponible en nuestros sistemas la biometría de voz y el servicio de atención al cliente de Santalucía se convierte en el primero de España en reconocer a sus clientes por su voz.
“En Santalucía mi voz es mi contraseña” ha sido la frase elegida para realizar las grabaciones de voz de los clientes de Santalucía que quieran tener este servicio gratuito. Así, mediante esta huella de voz, el sistema reconocerá al cliente en los sucesivos procesos de autenticación que realice.
Desde el 21 de septiembre, se ofrece este servicio a todos los clientes de Santalucía que llamen al call center, al final de cada llamada, convirtiéndose nuestro servicio de atención al cliente en el primero de España que reconoce a sus clientes con esta tecnología.
A través del teléfono de atención al cliente de Santalucía 900 24 20 20 cualquier cliente que lo desee podrá realizar su grabación.

¿Qué beneficios aportará la biometría de voz?

La biometría de voz es más segura frente al fraude o la suplantación de la identidad que otros métodos tradicionales de autenticación, donde se solicitan contraseñas (PIN) u otros datos personales como el DNI, el nombre del tomador de la póliza, u otro tipo de información en referencia a las pólizas de los clientes.
Además, este sistema de reconocimiento agiliza los trámites de validación de nuestros clientes con un reconocimiento inmediato de la persona que está llamando. Se trata de un servicio sencillo, cómodo y que reduce el tiempo de gestión, mejorando la experiencia del cliente.
Este sistema de reconocimiento de voz está en línea con el Plan Estratégico de Santalucía Transforma 2020 que tiene como uno de sus pilares la transformación digital. 
El proyecto de biometría de voz ha estado liderado por el Área de Innovación del Grupo Santalucía y en él han trabajado más de 60 personas de los departamentos de Tecnología y Operaciones, Desarrollo de Negocio, Innovación, Asesoría Jurídica, Marketing y Accepta. Además, este proyecto también ha contado con la colaboración de 500 empleados que se ofrecieran de forma voluntaria para ceder y grabar su voz en el proyecto piloto.