Ya lo dice el refrán “el agua es vida” y es que sin agua no podríamos vivir. La vida en la Tierra no habría comenzado si en nuestro planeta no existiera este líquido. Como ya sabrás, tres cuartas partes de la Tierra están cubiertas por agua y los humanos estamos formados por un 75% de este líquido, ¿crees que es coincidencia?
Con motivo del Día Mundial del Agua, queremos hacer hincapié en la importancia que tiene para la vida. Por ello, se debe prestar especial atención a su conservación, no se debe malgastar y, mucho menos, contaminar.
El agua tiene unas funciones básicas en el ciclo de la vida, es la responsable de:

• Regular la temperatura de la Tierra.
• Modelar el relieve.  

¿Qué ocurre si contaminamos el agua?

Uno de los mayores problemas mundiales es el difícil acceso al agua dulce y potable. Esto se debe a que la mayor parte del agua del planeta es salada y no es apta para el consumo humano, ni para la agricultura. El agua potable solo representa un 3% del total y se encuentra localizada en ríos, lagos y acuíferos.
Si al difícil acceso le sumamos la contaminación producida por el hombre, el acceso al agua potable se vuelve un serio problema.
La principal causa de esta contaminación se produce por la mala gestión de las aguas residuales de las zonas urbanas, agrícolas e industriales. Estas aguas contaminadas están provocando que se contaminen los ecosistemas acuáticos y que a la larga terminen desapareciendo.
La mala gestión de las aguas residuales producidas por el hombre también tiene consecuencias en su salud. Una red de saneamiento deficiente puede provocar riesgos de padecer enfermedades como el cólera, disentería, hepatitis A, diarreas, fiebre tifoidea y la poliomielitis. Solo en 2006, se calcula que 842.000 personas murieron por diarreas provocadas por la contaminación del agua.
Además de las aguas residuales, otro factor que causa la contaminación del agua es la deforestación de las zonas costeras. Al talar por completo las zonas costeras para la construcción, se impide que se filtre el agua de las lluvias, favoreciendo que el agua salada se filtre y contamine el agua dulce.
El aumento de las temperaturas del planeta también contribuye a la contaminación del agua. Cuando las temperaturas aumentan por encima de las habituales, el oxígeno del agua disminuye y altera su composición.

Soluciones para frenar la contaminación del agua

Para terminar con el problema de la contaminación existen distintas acciones que se pueden llevar a cabo para intentar minimizar el problema.

• Controlar los vertidos 
• Reforestación 
• Minimizar el efecto invernadero 
• Reciclar 
• Ahorro en el consumo de agua 

Frenar la contaminación depende de todos nosotros, ¿cómo vas a colaborar?