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Cada año cientos de jóvenes se lanzan a la carretera con ganas por comerse el mundo a bordo de sus coches. Despreocupados, felices y a veces demasiado confiados, algunos no son conscientes de las consecuencias de un despiste y lo que acarrea.
Aunque los jóvenes no son los únicos conductores nóveles que te puedes encontrar en la carretera, también hay personas que no volvieron a coger un coche desde que se sacaron el carné de conducir y por muchos años de antigüedad que marque su carné a efectos prácticos son tan noveles como los jóvenes.
La falta de experiencia al volante y la inseguridad son los peores compañeros de carretera que puedes llevar de copiloto.

Primeros pasos al volante

Sea cual sea tu caso, si te vas a lanzar a la carretera con pocos kilómetros a tus espaldas, toma nota. Muchos de estos consejos son básicos, pero en momentos de estrés quizás no te des cuenta de ellos y nunca viene mal recordarlos.

  • Concentración y observación: Al principio puede que conducir no sea tan sencillo como esperabas, existen muchos factores que pueden intervenir en tu conducción: otros vehículos, maniobras peligrosas, peatones, obras…Ir atento a la carretera y a todos los elementos es vital para evitar accidentes. Además, debes señalizar correctamente las maniobras que vas a realizar y, sobre todo, evitar las distracciones al volante.
  • Hazte con el coche: Regula el asiento, los espejos, el reposacabezas y el volante a tu altura. Debes estar cómodo al volante.
  • Respetar las señales: Ya seas novel o conductor experto, las normas están para cumplirlas y para que la carretera sea un lugar tranquilo y seguro para todos los actores que intervienen en ella.
  • Distracciones: Los primeros días puede que hasta la música o la radio te desconcentre. Si no vas seguro, no la pongas. Evita también ir hablando y, sobre todo, queda terminantemente prohibido el uso del teléfono móvil -ni Internet, ni WhatsApp y mucho menos selfies.
  • Anticipación: No hay nada mejor a la hora de conducir que anticiparse a las maniobras de los demás y tener unos buenos reflejos. Si al principio no eres muy bueno, no te preocupes, es una habilidad que se consigue con la práctica.
  • Relajarse: No hay nada mejor para la conducción que ir descansado y sin tensiones. Al principio evita los trayectos largos y del tirón. Para y descansa.
  • Practicar: Todos lo hemos hecho al principio, así que tienes la oportunidad antes de lanzarte a una carretera en hora punta, practica. Vete por una zona conocida que no esté demasiado transitada y aprovecha para coger soltura y seguridad al volante. También puedes practicar los diferentes tipos de aparcamiento, las rotondas o las temidas cuestas. Así cuando estés en carretera y te piten -que lo harán- irás más confiado y sin tanta presión.

Un último consejo, no te olvides de las revisiones y la puesta a punto de tu vehículo. Un coche en perfecto estado te asegura una conducción más segura y una protección mayor.

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