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La actual normativa de tráfico no contempla el uso obligatorio de cadenas de nieve en los automóviles, excepto en aquellos casos en los que las duras condiciones climatológicas invernales obligan a los conductores a utilizarlas para poder circular por determinados tramos de carretera, especialmente en aquellos situados en alta montaña. Si algún día te encuentras en esta situación, debes conocer a qué te enfrentas.
Probablemente nunca hayas tenido que poner unas cadenas de nieve en las ruedas de tu coche, ni sepas cuándo o bajo qué condiciones han de utilizarse. Para que ni tu movilidad ni tu seguridad se vean comprometidas durante la conducción en invierno, te recomendamos que siempre lleves un juego de cadenas de nieve en el maletero de tu coche, por lo menos durante los meses en los que la posibilidad de nevadas se intensifica, que es de noviembre a marzo.

Cadenas de nieve, ¿qué son y cuándo debemos utilizarlas?

Las cadenas de nieve constituyen un dispositivo de seguridad y movilidad que se añade a las ruedas de nuestro coche. Su principal función es la de evitar frenazos, derrapes, falta de consistencia y patinazos sobre el asfalto cuando se presentan condiciones climatológicas adversas de hielo y nieve. Es importante saber que únicamente debemos utilizarlas bajo estas circunstancias ya que, si extendemos su uso sobre el asfalto seco, corremos el riesgo de dañar los neumáticos de nuestro vehículo. 
Su instalación no es tarea sencilla para los novatos, pero una vez hayas puesto la primera, su instalación no te resultará demasiado difícil las siguientes veces. El método principal consiste en cubrir la zona de rodadura con la zona antideslizante de las cadenas, siendo la zona del flanco laterales las que se reservan para los sistemas de enganche. Existen varios tipos de cadenas que se clasifican según el material de fabricación, la eficacia, el precio y la dificultad de montaje. De esta forma, podemos encontrar en el mercado cadenas de nieve líquidas, textiles o metálicas.
Es importante recordar que existen vehículos no cadenables, que son aquellos que presentan poco espacio entre el neumático y el pasaje de la rueda. Para el resto, lo ideal es que las cadenas vayan montadas en las ruedas delanteras o traseras en función de dónde lleven la tracción. No te olvides de circular a una velocidad que no supere los 50 km/h para mantener tus neumáticos en un estado óptimo tras el uso de las cadenas.

Cómo montar las cadenas de nieve paso a paso

  1. En primer lugar, debes detener tu coche en un lugar seguro con las luces correspondientes encendidas y señalizando correctamente tu posición con los triángulos de emergencia.
  2. Pasa el cordón por detrás y por el interior de la rueda y súbelas para extender las cadenas por todo el neumático.
  3. Cierra el anclaje del cordón en forma de aro en torno a la rueda por la parte superior y desplaza el aro por detrás de la rueda.
  4. Coloca la cadena centrada en el neumático y cierra uno de los anclajes.
  5. Introduce el trozo suelto de cadena a través del tensor y tira de él. A continuación, desliza por el pasador del lado contrario para mantener la tensión y ya tendrás instalada la primera cadena de tu neumático.
  6. Repite los pasos anteriores en el resto de ruedas en las que necesites ponerlas.

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