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Todos admiramos al Cuerpo de Bomberos, ya que son profesionales que asumen riesgos a diario para cuidarnos y protegernos. Agradecemos su labor, pero lo cierto es que nos gusta verlos de lejos, de muy lejos, lo más lejos posible. Pensar en tenerlos cerca apagando un fuego originado en nuestro propio domicilio y las consecuencias que ello supone nos pone la piel de gallina. Si eso ocurriera y tuvieran que intervenir, es fundamental comprender qué cubre el seguro de hogar contra incendios para estar preparados ante una contingencia de este tipo.

Nuestra casa es nuestra fortaleza

El hogares, posiblemente, uno de los mayores bienes de los que disponemos. Un importante activo económico y emocional. Es el centro de nuestra vida, pero también el refugio en el que albergamos las posesiones más preciadas, ya sea por su valor pecuniario o sentimental.

Pero como toda fortaleza, la casa también puede tener puntos débiles, sobre todo si no cuenta con la protección adecuada. Eventualidades como los incendios nos afectan no solo de manera material (hecho bastante grave de por sí); también lo hacen desde el punto de vista de las emociones. Por ello, no podemos obviar lo más importante: el fuego supone un elevado riesgo que puede poner en jaque nuestra vida y la de nuestros seres queridos.

Para protegernos frente a sucesos tan traumáticos como puede ser el fuego en la vivienda, contamos con las garantías que ofrecen los seguros de incendio. Estas se encuentran reguladas por los artículos del 45 al 49 de la Ley de Contrato de Seguro. Según se establece en su artículo 45:

“Por el seguro contra incendios, el asegurador se obliga, dentro de los límites establecidos en la Ley y en el contrato, a indemnizar los daños producidos por incendio en el objeto asegurado”.

Además, la legislación también determina qué se entiende por incendio en el contexto de las compañías aseguradoras:

“Se considera incendio la combustión y el abrasamiento con llama, capaz de propagarse, de un objeto u objetos que no estaban destinados a ser quemados en el lugar y momento en que se produce”.

Contratar un seguro de incendios con tu póliza de hogar te permitirá seguir pensando en tu casa como un refugio en el que sentirte protegido.

Sufrir un incendio en nuestro hogar puede acabar con la sensación de seguridad que este nos transmite.

¿Qué cubre el seguro de hogar en caso de incendio?

Aunque la contratación de garantías en caso de incendio sólo es obligatoria por ley al contar con una hipoteca, la realidad es que este tipo de protección te brindará una mayor tranquilidad en tu vida diaria.

Si bien es cierto que las coberturas pueden variar en función de la compañía que se elija, podemos hablar de algunas básicas comunes en todos los seguros de incendios:

  • Daños materiales producidos por el fuego (continente y contenido, según conste especificado en las condiciones generales y particulares de la póliza).
  • Gastos de extinción, demolición y desescombro.
  • Alojamiento provisional.
  • Reconstrucción de la vivienda y elementos anexos.

Una protección que únicamente contempla los daños originados pasto de las llamas de forma accidental, imprevista o fortuita. Por tanto, no se podrá recibir si el fuego ha sido provocado deliberadamente por el asegurado con intenciones fraudulentas o si se demuestra culpa grave por su parte.

Pero, de la misma manera que existen estas coberturas comunes, también podemos hablar de daños excluidos, salvo que estén reflejados en el contrato, de acuerdo con la regulación citada anteriormente:

  • Mobiliario público o privado.
  • Billetes de curso legal.
  • Piedras y metales preciosos.
  • Obras artísticas.
  • Otros objetos de valor especial.

En caso de vivir en régimen de alquiler, es aconsejable contratar este tipo de pólizas para proteger el contenido de la vivienda de las llamas.

En lo que respecta a las comunidades de propietarios, aunque es cierto que a nivel estatal el artículo 9 de la Ley de Propiedad Horizontal no establece su obligatoriedad, algunas comunidades autónomas como Cataluña, Valencia o Madrid sí lo hacen dentro de sus propias normativas. Sea cual sea la situación, este tipo de seguros son siempre recomendables para contar con coberturas frente a los daños provocados por el fuego en la estructura o el contenido comunitario.

¿Se pueden tomar precauciones para evitar los incendios?

El hogar es el principal escenario de las llamas. Tal y como refleja el estudio '¡Fuego! Los incendios asegurados. Datos 2021-2022' de Unespa, la patronal del sector asegurador, siete de cada diez se producen en casa. Para combatir esta alta siniestralidad, es necesario tener presente cuáles pueden ser sus posibles causas. Habitualmente utilizamos productos, objetos e incluso adoptamos rutinas que nos pasan desapercibidas por cotidianas, pero que pueden ser el origen de un fuego si nos despistamos un momento:

  • Electricidad. La conexión eléctrica y los cables y enchufes deben estar en perfectas condiciones. Otro consejo que nos permitirá ahorrar en el recibo de la luz pasa por evitar el ‘consumo vampiro’ de energía, apagando todos los aparatos conectados a la red eléctrica que no vayamos a utilizar, no dejándolos en stand by. Y, por supuesto, no conectar un gran número de dispositivos a una misma toma. ¡Peligrosísimo!
  • Cocinas. ¡Ojo con el gas! Hay que cumplir las revisiones y medidas de prevención que la compañía nos indique. Entre otras, no dejar nunca la comida puesta en ollas y sartenes sobre los fuegos y salir de la cocina; o mantener la limpieza de la campana evitando grasa que pueda arder.
  • Plancha. No dejarla apoyada sobre la tabla o la ropa encendida cuando nos suene el teléfono o los niños nos requieran. Este tipo de póliza no cubre, por lo general, aquellos daños fruto de la acción del calor sin capacidad de propagación. 
  • Estufas y chimeneas. Utilizar un protector de brasas en la chimenea para que no vuelen por la habitación. Y, bajo ningún concepto, poner nada delante de estas fuentes de calor como ropa, papel, mantas…
  • Tabaco. Además de lo obvio (no es bueno para la salud), un cigarrillo mal apagado, quedarse dormido fumando, etc. puede ocasionar un incendio con gran facilidad.
  • Velas. Nunca dejarlas encendidas sin supervisión, ya que una corriente de aire puede hacer que una cortina cercana llegue a la llama y se origine un grave problema.
  • Niños. Los pequeños no son conscientes de los peligros, por lo que hay que abogar por inculcarles una temprana educación sobre el fuego y su prevención.

  

Aunque podemos poner de nuestra parte para prevenir los incendios en el hogar, no hay nada más tranquilizador que contar con un seguro.

Algo ha fallado, ¿y ahora qué hago?

De acuerdo con los datos de Unespa, se calcula que el coste promedio de este tipo de siniestros que se producen en el hogar está en torno a los 3.400 euros. Un gasto significativo para las familias si tenemos en cuenta que el salario medio bruto mensual ronda los 2.100 euros, según el Instituto Nacional de Estadística.

Aunque no disponemos de un remedio infalible para evitar una catástrofe en casa, podemos adoptar medidas preventivas (instalación de detectores de humos, mantenimiento adecuado de las instalaciones eléctricas). Estas nos ayudan tanto a prevenirla como a hacer frente al desembolso económico repentino que conlleva ver nuestro domicilio reducido a cenizas. En resumen, contratar un seguro de hogar con garantía contra incendios es una decisión sabia y proactiva.

Con Santalucía puedes disfrutar de la póliza de incendios en todos los tipos de seguro de hogar para proteger tu vivienda y tus enseres. Como garantía básica incluye incendio y riesgos complementarios (caída del rayo, explosión, autoexplosión, efectos secundarios, humo y reconstrucción del jardín), así como gastos de extinción, salvamento, demolición y desescombro; e inhabitabilidad del inmueble. Además del resto de coberturas esenciales contempladas en todas nuestras pólizas: daños por agua, responsabilidad civil, conexión para el mantenimiento de la vivienda…

Además, dependiendo del nivel de cobertura que escojas, podrás beneficiarte de otras garantías adicionales al contratar tu seguro: ampliación de daños, gastos, joyas y objetos de valor especial, de reposición estética del continente, etc.

Nuestra casa debe ser el refugio donde nos sintamos a salvo de cualquier peligro, y no hay mejor manera de fortalecer esta sensación de seguridad que con una póliza de hogar.

 
 

Proteger tu vivienda frente a los incendios con un seguro de hogar de Santalucía no puede ser más fácil. ¡No esperes más y contrata tu póliza ahora mismo!

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