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Cuando se habla de ciencias, la mayoría de las veces se piensa en una materia demasiado complicada y aburrida que solo está al alcance de unos pocos.
Por ese motivo, es bastante habitual ver que los más pequeños sienten cierto recelo a la hora de abordar esta asignatura en las escuelas. Para conseguir que los niños pierdan el miedo definitivamente a las ciencias y disfruten con ellas, es importante que tanto la familia como los educadores acerquen las ciencias de una forma didáctica pero divertida, es decir, combinando aprendizaje y juego. Desde aquí os proponemos algunos trucos:

1. Juegos y aparatos científicos. Las navidades es una época idónea para regalar juegos de química, telescopios para contemplar las estrellas o microscopios para observar insectos, por ejemplo. De esta forma, el niño experimenta y descubre la realidad desde una visión lúdica y didáctica a la vez.

2. Realizar experimentos. Una buena forma de conseguir que los más pequeños muestren interés por la ciencia es dejándoles experimentar con ella, a través del agua, mezclando alimentos etc. Eso sí, siempre bajo la supervisión de un adulto. De esta forma aprenderán de forma muy divertida y práctica, a través de ensayos, los conceptos acierto y error.

3. Hacer excursiones en familia. Pasar un día en el campo o en el bosque en familia llevando a cabo actividades científicas todos juntos, es una oportunidad magnífica para compartir tiempo y juego con tus hijos, al mismo tiempo que promueves de forma didáctica y divertida su interés por la ciencia y la naturaleza. Un buen método es que paseen por el campo ataviados con el kit completo de explorador, lupa, gorra, capa, cuaderno y lápiz para recoger frutos, semillas y hojas de los diferentes árboles, observar insectos, y aves y de esta forma lograr, no sólo que aprendan sino también inculcarles amor, cuidado y respeto por la naturaleza.

4. Talleres infantiles y visitas a museos. Uno de los museos más atractivos para los niños suele ser el de Ciencias Naturales, allí se pueden observar desde meteoritos, fósiles, minerales, esqueletos de dinosaurios y grandes mamíferos hasta todo tipo de diversidad geológica y vegetal. Además en estos museos los niños pueden interactuar y divertirse con todos estos animales y plantas, a través de la realidad aumentada. Otro de los lugares más deseados por los peques son los Acuarios porque allí podrán ver peces de todo tipo, tamaño y colores llegados de todo el mundo.

5. Cuentos, películas infantiles y dibujos animados. Existen todo tipo de cuentos, libros e incluso series de dibujos animados adaptados a cada etapa infantil. Todos ellos enseñan de forma didáctica y divertida desde la evolución del hombre y la vida en la Tierra, cómo funciona el cuerpo humano hasta incluso conceptos básicos sobre física cuántica basados en ejemplos cercanos de la vida real, con el objetivo de hacer más comprensible una temática que en principio parece compleja.

Por tanto, incentivar el interés por las ciencias en los niños desde etapas muy tempranas es un elemento fundamental que estimula en ellos la creatividad, la observación, el razonamiento lógico y el pensamiento crítico, una herramienta básica que les enseñará a cuestionar, reflexionar y sacar sus propias conclusiones sobre el mundo que les rodea.

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