La huella de carbono es un indicador ambiental que representa el volumen total de gases de efecto invernadero que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano, ya sean emitidos de manera directa o indirecta.

Qué es la huella de carbono personal

La huella de carbono personal es la que origina un único individuo en su vida cotidiana al consumir, desplazarse, alimentarse y hacer uso de recursos como la energía.

Pero la huella de carbono puede referirse a un individuo, a una empresa, a un evento o incluso a un producto.

La huella de carbono de un producto es la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero que se generan en cada una de las fases del ciclo de vida del producto, desde la extracción de materias primas hasta el desecho final del mismo.

5 acciones para reducir la huella de carbono

La emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera es un problema medioambiental que es necesario atajar para evitar el sobrecalentamiento del planeta.

Nuestra actividad humana puede resultar muy perjudicial pero reducir nuestra huella de carbono es posible con pequeños gestos en nuestro día a día. Aquí tienes algunos ejemplos para huella de carbono:

1. Desconecta el cargador del móvil cuando no lo estés usando porque sigue consumiendo energía y, por tanto, contribuyendo al cambio climático.
2. Mantén limpio el frigorífico. El exceso de bolsas y paquetes o tener con hielo el refrigerador hacen que el aparato necesite más potencia para enfriar y, por tanto, gaste más electricidad.
3. Utiliza bolsas de tela. Como sabes, el plástico es uno de los peores enemigos del medio ambiente. Elige mejor papel o cartón.
4. Utiliza la bicicleta. Mejorarás tu salud al hacer deporte y reducirás la contaminación al no usar el coche.
5. Mantén tu coche en buen estado. Con el mantenimiento adecuado se generan menos emisiones. A esto ayuda mucho un buen seguro de coche para no tener que preocuparte por nada.

Con estas sencillas acciones, contribuirás a reducir tu huella de carbono personal.

Medidas para reducir la huella de carbono en las empresas

Reducir la huella de carbono también es cosa de las empresas, a las que la normativa vigente ya obliga a tomar medidas para paliar el calentamiento global. Pero, se pueden poner en marcha también otras políticas amigables con el medio ambiente, que serán muy bien valoradas por la sociedad:

• Utilizar bombillas de alta eficiencia energética.
• Aprovechar al máximo la luz natural.
• Reducir el consumo de materias primas y energía. Por ejemplo: reducir el consumo de papel y optar por el almacenamiento en la nube.
• Programar el apagado y desconexión de los equipos de forma automática.
• Reducir el número de horas de los trabajadores en las instalaciones (apostar por el teletrabajo).
• Reducir el número de viajes de trabajo y optar por las videoconferencias.
• Apostar por las energías renovables para el abastecimiento de las instalaciones.
• Reducir o adaptar la movilidad de los trabajadores (facilitar el transporte común o fomentar el transporte público).
• Reciclar de manera adecuada.
• Regular la temperatura utilizando termostatos.
• Fomentar la conciencia ecológica entre los trabajadores para adoptar medidas tanto en la empresa como de forma individual.

En definitiva, los pequeños gestos también contribuyen de manera notable a la reducción de la huella de carbono dentro de las empresas. Hay actividades ineludibles para las organizaciones pero siempre se pueden buscar alternativas y acciones menos dañinas para el medio ambiente sin que ello suponga tener que detener la actividad diaria de la empresa.