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La Dirección General del Catastro, que depende del Ministerio de Hacienda, asigna a cada inmueble que se registra un valor, el cual se calcula en función del valor del suelo en el que se encuentra ubicado, el valor de construcción de la vivienda y otros factores que se especifican en las ordenanzas de cada municipio en concreto.

El propio Catastro define el valor catastral como “un valor administrativo fijado objetivamente para cada bien inmueble y que resulta de la aplicación de los criterios de valoración recogidos en la ponencia de valores del municipio correspondiente”.

De esta manera, el valor catastral permite conocer el valor de un inmueble sin tomar en cuenta las variables del mercado en cada momento.

Para qué sirve el valor catastral de una vivienda

El valor catastral es una cantidad que la Administración fija para cada inmueble y que se determina de una forma objetiva en base a una serie de parámetros incluidos en la descripción catastral.

Este valor monetario es muy importante para los ayuntamientos, ya que es el que sirve de referencia para establecer la cuantía de diferentes impuestos municipales, como puede ser el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).

También tiene influencia en el Impuesto de Sociedades, el Impuesto de Transmisión Patrimonial y otras tasas ligadas a los inmuebles.

El Estado utiliza el valor catastral para diversas estadísticas pero lo importante para los contribuyentes es su repercusión en algunos impuestos. Por ejemplo:

  • IRPF
  • Impuesto de Sociedades
  • IBI
  • Impuesto sobre el Patrimonio
  • Plusvalía municipal
  • Impuesto de Transmisión Patrimonial
  • Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones

Cómo saber el valor catastral de un inmueble

Como norma general, el valor catastral no podrá superar el valor de mercado de un inmueble. Normalmente, se sitúa en la mitad, aproximadamente.

La valoración catastral de un inmueble la realiza personal técnico cualificado y, para calcular el valor catastral de una vivienda o de una finca, se tienen  en cuenta diferentes factores:

  • Ubicación concreta del inmueble, tanto en qué municipio como en qué zona de él.
  • Circunstancias urbanísticas.
  • Características de la parcela en la que se sitúa.
  • Explotación del terreno.
  • Productividad de la zona.
  • Costes de construcción.
  • Honorarios profesionales.
  • Calidad de la edificación.
  • Antigüedad del inmueble.
  • Reformas o renovaciones realizadas en el inmueble.
  • Estado de conservación del inmueble.
  • Carácter histórico, artístico o patrimonial del inmueble.
  • Gastos de producción y beneficios de la actividad empresarial.
  • Valor del suelo.
  • Valor de mercado del inmueble.

El valor catastral se puede actualizar todos los años a través de un coeficiente y también se puede actualizar de forma general el valor catastral de todos los inmuebles de un municipio. Esta revisión la realizará el Catastro a petición del municipio en cuestión.

Cuando se tiene un inmueble en propiedad también preocupan los gastos que de éste se derivan. Para ahorrar y para proteger tu vivienda, es imprescindible contar con un seguro de hogar que te dé la tranquilidad que necesitas cuando se produzcan imprevistos. Al fin y al cabo, nunca se sabe cuándo puede surgir una complicación y en ocasiones así merece muchísimo la pena estar bien protegido.

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