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Pensar en realizar una mudanza equivale a estrés, desorganización y agobio, cuando debería ser todo lo contrario. Comenzar una nueva etapa en un nuevo hogar tendría que ser un momento de emoción y felicidad, por eso, queremos darte unas pautas para realizar una mudanza de manera fácil y segura.
En el momento en que decidas mudarte y tengas que empezar a empaquetar todas tus pertenencias hay ciertos consejos que deberías tener en cuenta:

Realiza una limpieza. La mudanza es un buen momento para ordenar tus cosas. Guarda solo aquello que utilices, no guardes cosas innecesarias y menos todavía, te las lleves de una casa a otra sin sentido. Ahorrarás espacio y dinero. Así que ya sabes, aligera tu equipaje y guarda solo lo imprescindible.

Si optas por contratar un servicio de mudanzas profesional, cerciórate de que es una empresa legal que cumple con todos los requisitos: contrato de mudanzas por escrito, seguro de responsabilidad civil y, además, suelen ofrecer un servicio de guardamuebles, aunque no lo vayas a utilizar.

Este tipo de empresas pueden hacerse cargo de todo lo que implica una mudanza, como embalar objetos, desmontar muebles y, como no, transportarlos. Es una opción perfecta para la gente que no dispone de tiempo o no quiere hacer frente a este tipo de situaciones. Una mudanza sin preocupaciones.

Preferiblemente avisa con un mínimo de entre 10 y 15 días, salvo los meses de verano que necesitarás hacerlo con más antelación ya que en esta temporada el número de mudanzas aumenta considerablemente.

Si prefieres realizar la mudanza por ti mismo deberás conseguir cajas y bolsas para embalar todos los objetos y ropa. Recuerda, proteger los objetos delicados y rotular las cajas para saber qué guardas en cada una. Si el contenido es frágil que no se te olvide anotarlo en la caja.

Lo ideal para empaquetar es comenzar habitación por habitación. La ropa de cama, toallas y mantas es recomendable que se guarden en bolsas para así poder colocarlas entre las cajas. Además de ahorrar espacio, protegerás los muebles. Cuando llegue el turno de los objetos de valor o documentos importantes, lo recomendable es que siempre que vayan contigo.

Un consejo es que dejes una maleta con ropa para un par de días, sábanas, toallas y un neceser. Ya que cuando llegues a tu nuevo hogar será mucho más sencillo tener a mano todo lo que necesites para la primera noche.

Recuerda dar de baja todos los suministros que tengas contratados en tu antigua casa. También deberías avisar del cambio de dirección al banco, compañía de seguros, seguridad social, suscripciones, etc.

Una mudanza conlleva tiempo y dinero, pero no debería suponer un agobio. Tómatelo con calma, respira hondo y organízate. En menos de lo que piensas ya estarás en tu casa nueva.

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