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Un cachorro, al igual que un niño, necesita normas de comportamiento desde bien pequeño y empezar a conocer los límites hasta los que puede llegar. Y es que, si no se empieza desde pequeño será muy difícil que luego de adulto acate las normas.

La mayor parte de los problemas de comportamiento de los adultos, se deben a que cuando fueron cachorros no se les educó correctamente y no adquirieron buenos hábitos. Educar a un cachorro correctamente ayudará a que se convierta en un adulto sociable y feliz.

Cómo empezar

Lo primero que debes tener en cuenta es que necesitarás tiempo, así que si no lo tienes, lo mejor será que acudas a un profesional.

Para tu cachorro, tú serás el modelo a seguir, al igual que con los niños, así que intenta dar el mejor ejemplo posible. Y dicho esto, comencemos con una serie de pautas y consejos que puedes llevar a cabo si decides educar a tu cachorro.

  • Premiar los buenos comportamientos: el refuerzo positivo es una buena manera de motivar a tu cachorro a que repita esa conducta. Asociará su buen comportamiento y el hacer las cosas bien con un premio o recompensa. La recompensa puede ser desde jugar con él, una chuchería o una muestra de cariño.
  • Corregir las malas acciones: nuestro cachorro no sabe lo que está bien o mal, deberás ser tú el encargado de mostrárselo y corregirlo para que no lo vuelva a hacer.

Algunas de las acciones de los cachorros que deberás corregir son:

  1. Morder: un cachorro tiene la manía de mordisquear las cosas. Es muy importante que corrijas este error desde bien pequeño. Entre perros, cuando un cachorro mordisquea a un adulto, este emite un sonido agudo de aviso que asustará al cachorro. Algo parecido deberás hacer tú para que el cachorro comprenda que no se debe repetir ese comportamiento.
  2. Quedarse solo: hay que acostumbrarlos desde pequeños a quedarse solos en casa, ya que en muchas ocasiones deberá ser así.
  3. Hacer sus necesidades: desde cachorros debes crear unas rutinas con horarios lo más estables posibles para que el perro asocie el salir con poder hacer sus necesidades. Recuerda reforzar los buenos comportamientos. Con el paso del tiempo, se convertirá en un hábito.
  4. Relacionarse con otros perros: es muy importante que desde pequeños se habitúen a estar y socializar con otros perros. De no ser así, los paseos de adulto se pueden convertir en una odisea.

Incorporar un cachorro a la familia es una responsabilidad muy grande que debes meditar bien. Desde el primer día deberás pasar mucho tiempo educando a tu cachorro para que se convierta en un adulto sano, sociable y, sobre todo, feliz.

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