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A medida que se acercan las fechas navideñas, llegan las dudas sobre qué juguetes regalarles a nuestros hijos, sobre todo cuando son muy pequeños. Como padres nos preocupa su salud física, emocional y su crecimiento. Por eso, a la hora de elegir un buen juguete tenemos en cuenta factores que sean beneficiosos para su desarrollo y, que además, les hagan disfrutar.
Elegir el juguete perfecto para nuestros pequeños no es fácil pero sí es importante tener en cuenta que además de lúdico, educativo, ecológico y respetuoso con el medio ambiente, trabaje su motricidad, le estimule, despierte su curiosidad y fomente la solidaridad y cooperación con los demás y con la naturaleza que les rodea. Por eso, aunque el principal beneficio de los juguetes ecológicos es precisamente los valores que éstos transmiten, os presentamos otras ventajas añadidas:

  • Fomentan su imaginación. Los juguetes que no funcionan de forma electrónica permiten jugar de una forma más abierta. Al fomentar su creatividad, permite que el niño imagine infinidad de posibilidades, de creaciones o usos. Por lo general, la simplicidad de sus formas estimula también sus sentidos, sobre todo el tacto y el olfato de forma natural e inconsciente.
  • Mejoran la salud física y mental. A diferencia de los juguetes con pilas y muchos efectos especiales, luces y sonidos fuertes, que sobre estimulan a los niños, los juguetes orgánicos transmiten un ambiente tranquilo, bonito invitando al pequeño de la casa a jugar de una forma más serena y calmada.

Respecto a la salud física, está demostrado que algunos juguetes fabricados con ciertos plásticos contienen cloruro de polivinilo y afectan muy negativamente a la salud del niño. Si se eligen estos juguetes, es recomendable comprar una marca con experiencia y que nos ofrezca seguridad. En el caso de los juguetes ecológicos no utilizan productos químicos para su fabricación, por lo que el niño puede llevarse el juguete a la boca sin peligro ni miedo a que sufra un cuadro tóxico.

  • Respetan el medio ambiente. Materiales como la madera o el bambú, son materiales, naturales, amables con el medio ambiente y además duran toda la vida. Otros juguetes con materiales recomendables son los juguetes reciclables, de cartón o plastilinas naturales hechas con ingredientes y colorantes caseros que no resultan perjudiciales ni tóxicos para nuestro hijo.
  • Reducen el consumismo y permiten ahorrar dinero. Aunque en un principio parezcan juguetes caros, a largo plazo son de mayor calidad y duran más tiempo. No se rompen y envejecen mejor. Además son juguetes ideales que acompañan al niño en sus diferentes etapas de crecimiento o de generación en generación, nunca pasan de moda.

Por tanto, los juguetes ecológicos son un regalo perfecto para ahorrar esta Navidad, además de una buena herramienta, no sólo para educar y estimular de forma lúdica la imaginación de los más pequeños, obteniendo con ello un desarrollo integral sino que además enseña al niño a respetar la naturaleza e interaccionar mejor con el mundo que le rodea.

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