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La maniobra Heimlich es una técnica que se utiliza para ayudar a una persona que se está asfixiando y que está consciente pero es incapaz de hablar.

Se trata de un procedimiento que sirve para hacer que esa persona que está sufriendo un atragantamiento expulse aire de los pulmones. Eso le provocará tos y la fuerza de ésta ayudará a sacar ese objeto de sus vías respiratorias.

Todos hemos visto alguna vez cómo se realiza esta maniobra de primeros auxilios que puede salvar miles de vidas cada año. Pero hay que saber ejecutarla correctamente y es importante que todo el mundo aprenda porque cualquier persona y en cualquier momento puede necesitarla a nuestro alrededor.

¿Cómo actuar?

El primer paso es percatarse de los síntomas que presenta esa otra persona que puede necesitar nuestra ayuda. Si tiene tos intensa, realiza sonidos agudos al respirar, no puede toser, se pone pálido o se agarra la garganta, hay que actuar con rapidez siguiendo estos pasos:

  1. Pregunta a la persona si se está asfixiando. Es muy importante porque no debemos intentar realizar la maniobra Heimlich si no estamos seguros de que esa persona se está atragantando.
  2. Si mueve la cabeza afirmativamente, pregunta si puede hablar. Hay dos opciones:
  1. Si no es así, llama de inmediato al 112 y, mientras llega la asistencia, haz tú mismo la maniobra Heimlich.
  2. Si puede hablar, sólo una parte de sus vías respiratorias están obstruidas. En tal caso, pide a esa persona que intente toser para poder expulsar el objeto que obstruye sus vías respiratorias.

¿Cómo hacer la maniobra Heimlich?

Cuando una persona se está atragantando no puede hablar, toser ni respirar. En tal caso, gana tiempo mientras llegan las asistencias e intenta que expulse el objeto que le obstruye las vías respiratorias. Sigue estos pasos:

  1. Colócate detrás (de pie o de rodillas) de la persona que se está atragantando y rodéala con tus brazos alrededor de la cintura. Si está de pie, pon una de tus piernas entre las piernas de esa persona para poder sostenerla en caso de desmayo.
  2. Forma un puño con la mano y colócalo con el lado del pulgar contra el vientre de la persona que se está atragantando, justo sobre el ombligo pero muy por debajo del esternón.
  3. Agarra tu puño con tu otra mano y haz una compresión rápida hacia arriba en el abdomen. Esto busca hacer que el objeto salga expulsado. Haz más fuerza si esa persona es más grande.
  4. Repite esa compresión hasta que el objeto salga.

¿Cómo hacer la maniobra Heimlich en niños?

A veces actuamos demasiado nerviosos cuando un niño presenta síntomas de asfixia o atragantamiento y eso nos lleva a cometer errores. Por eso, lo más importante es mantener la calma para no transmitirle los nervios, y no dejar nunca solo al niño.

¿Qué errores son frecuentes? No hay que golpearle la espalda ni mucho menos introducir los dedos en su boca para intentar sacar el objeto porque eso podría empujarlo todavía más adentro. Tampoco le dé pan ni agua porque eso no sirve para solucionar una obstrucción aérea.

Si el niño tose, hay que dejarle toser y animarle a que siga haciéndolo hasta que se sienta mejor. Si su tos es muy débil o tiene dificultad para respirar, es el momento de actuar.

Lo primero es pedir ayuda en el 112 y, después, seguir estos pasos en función de la edad del niño:

Menor de un año

Si está consciente, hay que mirar su boca. Si vemos el objeto, lo sacaremos con mucho cuidado para no empujarlo hacia adentro. Para ello, haga un gancho con el dedo por la cara interna de la mejilla.

Si no ves el objeto, gira al niño y ponlo sobre tus piernas con la cabeza algo más baja que el cuerpo y realiza este proceso:

  1. Dale cinco golpes secos en la parte alta de la espalda, entre los omóplatos. Luego dale la vuelta y comprueba si respira.
  2. Mira de nuevo su boca. Si no ves nada y el niño no puede respirar, haz cinco compresiones en el centro del pecho con los dedos de la mano. El lugar donde se realiza la compresión es justo debajo de la línea que une ambos pezones.

Más de un año

Si el niño es mayor de un año y está consciente, dé cinco golpes secos en la parte alta de su espalda. Después realice la maniobra Heimlich con cinco compresiones en la boca del estómago de la manera descrita anteriormente. Repite el proceso las veces que sea necesario hasta lograr que el niño expulse el objeto que le obstruye las vías respiratorias y pueda toser y respirar.

Es en estas situaciones imprevistas cuando recordamos la importancia de contar con un buen seguro de decesos que nos dé la tranquilidad de que los nuestros no tendrán que preocuparse por nada en caso de que nos ocurra algo.

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