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La dermatitis atópica o eccema es un trastorno que provoca un enrojecimiento de la piel y picazón. Se puede manifestar a cualquier edad pero es más frecuente en niños.

Es una patología crónica, es decir, duradera en el tiempo, y suele exacerbarse de forma periódica.

No hay cura para este trastorno, aunque sí existen tratamientos y medidas de cuidado personal que alivian los síntomas y ayudan a prevenir los brotes.

¿Qué causa la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica se debe a una reacción en la piel, lo que provoca enrojecimiento, picazón e hinchazón. Se da en personas que son más sensibles porque su piel carece de las proteínas específicas que mantienen la barrera protectora contra el agua.

Es algo común que se manifieste siendo bebés, aunque muchos lo superan en la vida adulta.

Esta dermatitis no es causada por alergias pero los siguientes factores pueden empeorar sus síntomas:

  • Alergias al polen o los ácaros del polvo.
  • Resfriados y gripe.
  • Aire seco en invierno.
  • Piel reseca.
  • Contacto con materiales químicos e irritantes.
  • Contacto con materiales ásperos (como la lana).
  • Estrés.
  • Resecamiento de la piel por baños, duchas frecuentes o nadar de forma habitual.
  • Enfriarse o acalorarse demasiado.
  • Cambios súbitos de temperatura.
  • Perfumes o tintes presentes en jabones.

Las personas que sufren dermatitis atópica con frecuencia sufren asma o alergias estacionales y también suele darse en personas con antecedentes familiares de afecciones alérgicas como el asma, eccema o rinitis alérgica.

Además, suelen dar positivo en las pruebas cutáneas para alergias, aunque esta dermatitis, como decimos, no es causada por alergias.

Síntomas de la piel atópica

La piel atópica es una afección inflamatoria y crónica de la piel que causa una picazón severa. Se llama atópica porque no afecta a un área específica, sino que se manifiesta en diferentes zonas del cuerpo.

Algunas de las causas que provocan la dermatitis atópica también son los propios síntomas de esta afección, aunque hay que precisar que éstos pueden variar mucho de unas personas a otras. ¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?

  • Piel seca.
  • Picazón severo (sobre todo, de noche).
  • Manchas de color rojo a marrón grisáceo.
  • Piel engrosada, escamosa y agrietada.
  • Piel en carne viva, sensible e inflamada (esto es consecuencia de rascarse).
  • Pequeñas protuberancias que pueden supurar líquido y formar costras si se rascan.

Si esta afección se vuelve crónica en la edad adulta, los síntomas se agravan y son incluso más molestos.

Tratamiento de la dermatitis atópica

Cuando la dermatitis atópica te afecta en algún aspecto de tu vida diaria, debes consultar a un médico. Si se trata de un niño, hay que acudir a tiempo a un especialista porque ellos no pueden evitar rascarse y eso les acaba ocasionando infecciones en sus sarpullidos que incluso le provocan fiebre.

Como hemos dicho al principio, no hay cura para esta afección, pero sí medicamentos y cuidados que ayudan a mitigar los síntomas y evitar brotes molestos.

Lo normal es que tengas que probar diferentes tratamientos hasta dar con el que mejor te va. Eso significa que nunca está de más tener un buen seguro de salud para este tipo de situaciones, porque nunca se sabe cuándo lo vas a necesitar.

Cuanto antes detectes lo que te ocurre, antes podrás ponerle remedio. Generalmente, el tratamiento pasa por la aplicación de cremas específicas para la piel que ayudan a controlar el picor y a reparar la piel, aunque en determinados casos también es necesario que el médico te prescriba medicamentos para combatir la infección y controlar la inflamación. Los más avanzados son bastante costosos.

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