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Los huesos son una parte fundamental de nuestro organismo y debemos protegerlos, ya que constituyen el apoyo del cuerpo, le da forma y permiten el movimiento. Los huesos están compuestos por tejidos que van regenerándose continuamente a lo largo de nuestra vida, pero a partir de los 20 años comienzan a desgastarse y perdemos huesos más rápidamente que los producimos. Entre los principales problemas óseos que debemos combatir están la osteoporosis y baja densidad ósea, numerosos tipos de infecciones e incluso, el cáncer de huesos.
También son comunes la osteogénesis imperfecta, que los hace muy frágiles y fáciles de quebrar o la enfermedad de Paget, que también los debilita. Estos problemas se producen por factores genéticos, por una mala alimentación, baja en calcio y vitamina D, o por problemas de regeneración ósea y de velocidad en el crecimiento.
Para cuidar nuestra salud y la de nuestra familia, debemos tomar una dieta rica en proteínas, algo que afecta especialmente a aquellos colectivos que más calcio necesitan, como las mujeres postmenopáusicas o los ancianos, según una investigación de la Universidad de Granada.
A través de un estudio publicado en la revista Food & Function, se ha concluido que los suplementos de proteínas de soja son más beneficiosos para nuestro organismo que el suero de leche. Los investigadores realizaron un seguimiento en varios lotes de animales de una dieta enriquecida con un 45 % de proteínas y otra con un nivel intermedio con un 10 % de soja o suero de leche.
Los que fueron alimentados con suero de leche sufrieron efectos secundarios como un 8 % más de acidez en la orina, algo que no ocurría si se consumía proteína vegetal (soja), aunque eso sí, aumentaba el número de minerales en los huesos.
Las ratas que fueron alimentadas con una dieta rica en proteínas consiguieron mantener mejor sus propiedades óseas. Por otro lado, se sabe que se produce un aporte de calcio en los huesos superior en un 7% con una alimentación con proteína vegetal, de soja, que con la animal.
Según las autoras de este estudio, debe analizarse cada situación concreta de manera diferente por parte de los profesionales para conocer los beneficios o posibles inconvenientes que ambas dietas pueden suponer en cada tipo de persona.
De esta manera, seguir dietas ricas en proteínas, calcio, vitamina D y realizar ejercicio regularmente, nos permitirá mantener los huesos más sanos y fuertes durante más tiempo y prevendremos futuras enfermedades.
Podemos, por tanto, afirmar que aunque todavía no se ha probado en seres humanos, este estudio supone un gran avance para el futuro en este campo y debe tenerse muy en cuenta para combatir los numerosos problemas óseos que afectan a muchas personas en la sociedad.
¿Sigues una dieta rica en proteínas? Cuéntanoslo a través de nuestro blog.

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