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El dolor de oídos en niños es uno de los motivos más habituales por los que acuden los padres al pediatra. Se denomina otalgia, y se puede presentar en cualquier etapa del desarrollo del pequeño. Por supuesto, también aparece en los adultos; por regla general, motivada por la inflamación de alguna de las estructuras del oído, internas o externas; es lo que se conoce como otitis.
Como sabrás, esta puede ser infecciosa si hay presencia de virus o bacterias, o no infecciosa cuando está relacionada con alergias, obstrucción de la trompa de Eustaquio… Seguro que alguna vez lo has padecido, aunque es posible que no seas consciente: en ocasiones pensamos que se trata de dolores de cabeza o de muelas. A continuación vamos a enseñarte a diferenciar estas molestas afecciones.

Causas comunes de los dolores de oídos en niños

Al igual que la pérdida de olfato repentina posee unos motivos, las molestias en los oídos también tienen su porqué. Apunta las razones por las que tus hijos o tú podréis padecer estos dolores.

  • Acumulación de cerumen.
  • Resfriados o gripes.
  • Lesiones que se originan cuando el pequeño juega a introducir objetos en la zona.
  • Drenado deficiente del agua o del champú que quedan en el oído.
  • Cambios de presión, como los que se producen al subirse a un avión.
  • Infecciones de garganta que alcanzan la trompa de Eustaquio, también susceptible de hincharse por alergias.
  • Infecciones situadas en el oído medio a causa de bacterias y virus. Esta otitis puede ser externa o media. La primera se denomina también «otitis del nadador», pues suele aparecer tras los típicos baños en familia en la piscina y no presenta fiebre ni falta de apetito, algo que sí puede ocurrir con la otitis media si esta es aguda y acompañada de pus.

Cómo tratar el dolor de oído en menores

Antes de hablarte del tratamiento, repasaremos los síntomas. Fundamentalmente, deberás dirigirte al médico si el oído está inflamado y enrojecido, si supura líquido o pus, si hay dificultad para escuchar desde un oído o se tiene taponado, si tienes fiebre que no baja después de 24/48 horas y persiste el dolor, o si se camina con dificultad y se va con el cuello rígido.
¿Y cómo puedes aliviar este dolor de oído? Normalmente, el especialista te indicará el antibiótico correspondiente. Eso sí, además de administrar los analgésicos pertinentes recomendados por el facultativo, puedes seguir estas recomendaciones con el fin de que el niño, o tú mismo, calméis la molestia hasta que todo haga efecto.

  • Propicia que el pequeño no duerma en posición completamente horizontal, sino algo erguida.
  • Aplica en el lado afectado compresas de agua caliente para aminorar el dolor, asegurándote de que el niño soporta esa temperatura y de que seca adecuadamente.
  • Evita que entre agua en la zona durante la ducha, y no acudas a piscinas o a la playa mientras dure el tratamiento.

Ya lo ves: el dolor de oído en niños es habitual, y su tratamiento muy sencillo. ¡Y estas recomendaciones también sirven si el paciente eres tú!

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