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Tradicionalmente, España es uno de los principales países del mundo en el ranking de donaciones de sangre. Según datos del Sistema Nacional para la Seguridad Transfusional, del Ministerio de Sanidad, en 2021 donaron sangre 1.133.131 personas de los 30 millones de ciudadanos con una edad comprendida entre los 18 y los 65 años, esto es, un 4 % de la población. De esa cifra, el 15 % lo hizo por primera vez.

Gracias a un importante volumen de donaciones, que se sitúa en 1.886.500 para el pasado ejercicio -un gran dato a pesar de la pandemia-, se pudo atender a cerca de 493.000 pacientes.

Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. Una fecha marcada en rojo en el calendario que, además de reconocer la respuesta voluntaria, altruista y solidaria de todos aquellos que donan desinteresadamente, sirve para crear conciencia en la sociedad sobre la importancia capital de hacerlo de forma regular para garantizar la disponibilidad de sangre y sus productos.

¿Por qué son necesarias las donaciones de sangre?

Los hospitales necesitan sangre a diario. Sin embargo, en muchas ocasiones, las reservas disminuyen drásticamente, circunstancia que puede complicar la realización de cirugías programadas y tratamientos de diversas enfermedades. De ahí su importancia vital para su aplicación, a diario, en todo tipo de intervenciones quirúrgicas y emergencias médicas.

¿Por qué se debe donar sangre? Recordemos, nuevamente, que donar es un acto solidario que salva vidas. Y es que hasta tres receptores pueden beneficiarse de una donación de sangre. Se calcula que, en nuestro país, 75 personas salvan su vida diariamente gracias a las transfusiones.

A pesar de los avances tecnológicos, hoy por hoy no es posible fabricar sangre. Además de la sangre completa, hay distintas aplicaciones de la transfusión de sus productos derivados (plasma fresco, concentrados de plaquetas, glóbulos rojos o granulocitos).

¿Cuándo comenzaron las donaciones de sangre?

La historia de las transfusiones es apasionante. Durante siglos se fueron desarrollando diversas técnicas, fracasando al producirse la coagulación de la sangre transfundida.

El descubrimiento de los anticoagulantes permitió las primeras transfusiones exitosas al principio del siglo XX. Con el transcurrir de los años se produjeron avances en la compatibilidad del donante y del receptor y en la conservación y el almacenamiento de la sangre.

En este periodo, las grandes guerras (entre ellas, la Guerra Civil Española) permitieron el desarrollo de la técnica de la transfusión y de la conservación de la sangre.

¿Qué requisitos debe reunir el donante de sangre?

La mayoría de la gente puede donar sangre si goza de buena salud. Entre otros requisitos básicos para ser donante de sangre basta con tener entre 18 y 65 años y pesar más de 50 kg. Las personas que donan sangre deben esperar más de dos meses entre una extracción y otra, no pudiendo superar cuatro donaciones al año en el caso de los varones y tres en mujeres (habida cuenta de las pérdidas regulares de sangre ligadas a los ciclos menstruales).

Por su parte, después de una intervención quirúrgica o técnica invasiva (como una colonoscopia, por ejemplo), deben transcurrir al menos seis meses para que la donación sea posible.

Además, es requisito fundamental no haber padecido enfermedades como la malaria o el paludismo, no haberse sometido a cirugías y/o transfusiones, o realizado tatuajes o piercings en los últimos meses, etc.

¿Cómo es el proceso de la donación?

La duración del proceso abarca entre 20 y 25 minutos. El donante debe acudir habiendo desayunado.

  • En primer lugar, se completa un cuestionario y se firma un consentimiento informado.
  • Después se realiza el reconocimiento médico (con la toma de tensión arterial y la determinación de hemoglobina en sangre).
  • Posteriormente se extraen 450 ml. de sangre (una bolsa). En la sangre extraída se determina el grupo sanguíneo y se realiza la serología de SIDA, Sífilis, Hepatitis B, Hepatitis C, y el recuento de células sanguíneas (hematíes, plaquetas y leucocitos).
  • Una vez finalizada la donación de sangre, se presiona la zona de extracción durante unos minutos. Después de la donación, se recomienda beber líquido y no realizar ejercicio intenso.

Transcurridos unos días, se envían los resultados de los análisis al domicilio del donante. Si se trata de la primera donación, se recibe un carné acreditativo.

¿Donar sangre es un proceso doloroso?

La donación no es molesta. La sensación es similar a la de una extracción para un análisis de sangre. Además, se trata de un procedimiento muy higiénico y seguro.

A pesar de que en los últimos 30 años las donaciones de sangre en España han sido suficientes para satisfacer la demanda de la red hospitalaria, lo cierto es que todos los adultos deberíamos participar activamente en este tipo de campañas, ya que es necesario disponer de reservas suficientes para el día a día de nuestros hospitales, al tiempo que debemos pensar en la posibilidad de un acontecimiento extraordinario que precise de grandes cantidades de sangre.

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