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Dormir es una necesidad totalmente vital ya que tanto nuestro cuerpo como nuestro cerebro necesitan un periodo de descanso para reponer energía y reorganizar toda la información que hemos acumulado a lo largo del día, además de contribuir al proceso de crecimiento y a la regulación de nuestro organismo. Por ello, los expertos recomiendan establecer un periodo diario de sueño de entre siete y ocho horas.
Todos sabemos que no dormir el tiempo suficiente repercute tanto en nuestro estado de ánimo como en nuestra salud provocando que nos levantemos más apáticos e irritables y arrastremos cansancio a lo largo del día, lo que puede debilitar a nuestro organismo. Pero, ¿qué sucede cuando dormimos más horas de lo establecido? ¿Tiene algún efecto negativo para nuestra salud pernoctar más de 8 horas? La respuesta es sí y a continuación explicamos el porqué. 

¿Por qué dormir en exceso entraña graves consecuencias para nuestra salud?

La razón reside en la diferencia que existe entre las distintas fases del sueño: somnolencia, sueño ligero, sueño medio, sueño profundo y fase REM. Todas estas fases se repiten cada noche de manera cíclica, modificándose el tipo de ondas cerebrales que empleamos según la fase de sueño en la que nos encontremos.
Todos los expertos coinciden en afirmar que el verdadero descanso de nuestro organismo se produce en el sueño profundo, que ocupa alrededor del 20 % del tiempo de reposo y se establece como la más importante de todas las etapas, ya que es la encargada de determinar la calidad de nuestro descanso. Durante esta fase es bastante difícil despertarnos y es que nuestro ritmo respiratorio desciende bastante, al igual que nuestra presión arterial.
En cambio, durante la fase de sueño ligero, que es la etapa que más ocupa y por consiguiente, aquella en la que descansamos a partir de las 8 horas tras haber completado las etapas más profundas, se suceden etapas de gran actividad cerebral con otras de menor intensidad, lo que impide un óptimo descanso y recuperación de nuestro organismo.

Principales consecuencias del sueño prolongado

  • Mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares se presentan como la principal causa de muerte en todo el mundo. Además, como las mujeres suelen dormir más que los hombres, las coloca en una posición más vulnerable ya que tienen mayor riesgo de que desarrollen problemas cardiacos.

  • Alteraciones metabólicas 

La falta de sueño incide directamente sobre el metabolismo, provocando en muchos casos un aumento considerable de peso. Sin embargo, también existe una relación entre la obesidad y el exceso de sueño. Uno de los argumentos que sostienen esta relación es que si dormimos más horas, tendremos menos tiempo a lo largo del día para realizar ejercicio físico.

  • Mayor riesgo de desarrollar diabetes 

Tanto dormir en exceso como no dormir lo suficiente pueden provocar un aumento en los niveles de azúcar. Hay que destacar que unos niveles de glucosa en sangre elevados incrementan el riesgo de desarrollar diabetes tipo II.

  • Lentitud y envejecimiento del cerebro 

La dificultad de concentración es solo uno de los muchos síntomas que podemos notar en nuestro cerebro si pasamos más horas de las recomendadas entre las sábanas. Y es que el sueño prolongado de manera continuada puede hacer que nuestro cerebro envejezca a una velocidad mayor de la normal, lo que podría afectar al óptimo desarrollo de nuestras tareas diarias.

  • Riesgo de fallecimiento prematuro 

Aunque suene como algo extremo, es totalmente cierto. Lógicamente, al aumentar el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares, las posibilidades de una muerte prematura se acentúan.

  • Apatía y depresión del estado anímico 

La depresión y el sueño tienen una relación muy estrecha. Por ello, las personas que padecen algún tipo de depresión tienden a dormir más. Además, los pacientes diagnosticados con depresión que duermen más de lo recomendado, podrían empeorar.

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