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Puedes llamarlo como quieras: pereza, desmotivación, ociosidad, apatía, … A lo mejor tu problema no es este, sino las situaciones que se producen en tu vida cotidiana que tanto te sobrecargan, induciéndote a un estado de cansancio permanente. Pero al final el resultado es siempre el mismo: multitud de tareas pendientes por hacer e incapacidad para ganarle la batalla a la pereza. Sin embargo, vencer la pereza es bastante más fácil de lo que parece, tan solo tienes que seguir unos sencillos pasos para llegar a ser una persona activa y productiva:

Duerme bien

Puede parecer algo muy obvio pero no lo es, y es que mantener un descanso adecuado aporta al organismo una inyección extra de energía para afrontar el día y realizar todo lo que tengas por delante. Si has dormido poco, pasarás el resto del día cansado y sin la energía ni las ganas para afrontar tus obligaciones.
Establece una hora en la que irte a la cama todos los días para evitar la tentación de trasnochar. De esta manera conseguirás amoldarte a una rutina de sueño que te proporcionará un descanso permanente y evitará que amanezcas cansado y sin fuerza.

Estructura las tareas

Póntelo fácil y planifica al detalle la tareas que debas realizar a lo largo del día. Esto te permitirá afrontarlas de una en una y no sentirte abrumado e inmovilizado al pensar en el conjunto entero de actividades.
No te compliques y comienza por las tareas más sencillas. Así conseguirás adelantar un montón de trabajo fácilmente, lo que te dará el impulso y la motivación necesarias para enfrentarte a las actividades restantes.

Paso a paso

La clave consiste en dar un primer paso. Para ello, divide cada tarea en labores más pequeñas para reducir la presión y sentirte más motivado a medida que las vayas realizando. Si aun así te cuesta realizarlas, divídelas aún más hasta que las consigas realizar por partes sin apenas darte cuenta.

Observa tu progreso

Es muy importante que te automotives y no pienses en las tareas como algo intimidante o difícil de conseguir. Aprovecha cualquier momento que tengas libre para ir realizándolas. Establece plazos concretos y objetivos sencillos de conseguir para que puedas llevarlos a cabo de manera rápida y eficaz. De esta manera, observarás tu progreso y te mantendrás motivado.

Elimina las distracciones

Habitualmente las distracciones son una fuente inagotable de pereza, provocando que aplaces las tareas pendientes y te resulten cada vez más aburridas. Por ello debes eliminar cualquier tipo de distracción que te impida comenzar o continuar una tarea si ya estás trabajando en ella.

‘Kaizen’, el método japonés que ayuda a combatir la pereza

Tal y como indica su nombre (‘Kai’ significa cambio y ‘Zen’ sabiduría) aborda una especie de ‘sabiduría para cambiar’. También conocido como ‘regla del minuto’, es un método desarrollado por el japonés Masaaki Imai para conseguir cambiar el comportamiento de manera escalonada y sin realizar grandes esfuerzos. El objetivo principal consiste en conseguir adaptarse con la mayor facilidad posible a una tarea que sea difícil de realizar.
Para ello, basta con que le dediques un solo minuto al día a aquella tarea que tanto te cuesta realizar, con la condición de que la realices siempre a la misma hora. El gran logro que puedes conseguir gracias a esta metodología es realizar una tarea compleja casi de manera automática, creando un hábito diario al que le irás añadiendo cada vez más tiempo de forma progresiva. De esta forma estarás creando una rutina cada vez más sólida, que es uno de los principales elementos para combatir la desidia. Además, te permitirá afrontar tus tareas de una manera mucho más eficaz y menos perezosa.

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