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El consumo de tabaco es la principal causa de mortalidad en el mundo.

El tabaquismo lleva asociadas numerosas enfermedades y discapacidades que provocan la muerte a más de 7 millones de personas cada año según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cada cigarro contiene multitud de elementos químicos, muchos de ellos cancerígenos. La nicotina es una sustancia poderosamente adictiva que se encuentra como el ingrediente principal del tabaco y actúa estimulando el sistema nervioso, acelerando el ritmo cardíaco y aumentando la tensión arterial.

Sin embargo, a pesar de que todo el mundo conoce los riesgos y fatales efectos que implica el tabaquismo, su consumo aún es muy elevado debido, en gran medida, a su gran poder adictivo.

¿Por qué el tabaco es tan adictivo?

La nicotina es un compuesto estimulante que distribuye dopamina al organismo, una sustancia química que produce una gran sensación de placer en el cerebro. La nicotina disminuye la capacidad del cerebro para sentir placer a largo plazo, por ello los fumadores necesitan dosis continuas y frecuentes de nicotina para obtener al instante unos niveles de satisfacción similares.

Así afecta el tabaco al organismo

  • Cáncer: el consumo de tabaco se establece como una de las causas principales de varios tipos de cáncer como el de pulmón, laringe, faringe, esófago, vejiga, riñón y páncreas. Además, los fumadores poseen un mayor riesgo de padecer cánceres como el de estómago o el de mama y otras enfermedades como la leucemia.
  • Enfermedades pulmonares: el tabaquismo favorece la aparición de patologías como la bronquitis, que obstruye los pulmones y produce una discapacidad respiratoria progresiva. Esta obstrucción se produce por el estrechamiento de los conductos de aire en los pulmones y por la destrucción de los alveolos. Además, la aparición de otras enfermedades como la neumonía son más probables entre los fumadores.
  • Problemas coronarios: tras encender un cigarro, el corazón de un fumador comienza a latir un 30 % más rápido y aumenta la presión arterial, provocando que el corazón deba realizar un mayor esfuerzo, incrementando así el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria.
  • Problemas de fertilidad: tanto en los hombres como en las mujeres, el tabaquismo podría producir una gran reducción de la fertilidad. Además, el riesgo de impotencia masculina en los hombres se incrementa con el consumo de tabaco.
  • Complicaciones durante el embarazo: en las mujeres fumadoras el riesgo de sufrir un aborto es más alto. Además, las madres fumadoras suelen presentar mayores problemas durante el embarazo y sus hijos suelen pesar alrededor de 200 gramos menos al nacer, lo que aumenta el riesgo de fallecimiento y enfermedad durante la lactancia.
  • Deterioro del cuerpo: además de acelerar el envejecimiento de la piel, el consumo de tabaco provoca que los dientes se vuelvan amarillos, la boca desprenda mal aliento y los dedos y uñas sufran cambios de color.

Consejos prácticos para dejar de fumar

  • Escoge una fecha para dejar de fumar y cúmplela a rajatabla: así conseguirás prepararte mentalmente para dejar de fumar.
  • Busca un/a acompañante en el proceso: encontrar alguien afín que también quiera dejarlo te ayudará a motivarte y no sentirte solo/a.
  • Ahorra el dinero que destinarías al tabaco: ser consciente del dinero que estás ahorrando puede servirte como motivación para realizar ese viaje que tanto te gustaría hacer o comprarte aquello con lo que llevas tiempo soñando.
  • Potencia tu fuerza de voluntad: puedes hacerlo reduciendo o evitando aquellas acciones o situaciones que sueles asociar con el tabaco. Trata además de reducir el consumo de aquellas sustancias que suelas acompañar de un cigarro como cafés o alcohol, de esta forma conseguirás controlar más el impulso de fumar.
  • Mantente ocupado: si sientes la necesidad de fumar, distraer tu mente con cualquier actividad de provecho conseguirá alejar la ansiedad y disminuir las ganas de un cigarro.
  • Realiza ejercicio físico y aliméntate bien: la actividad física te ayudará a liberar el estrés y la ansiedad provocados por la falta de nicotina en tu organismo. Además, complementarlo con una dieta sana y equilibrada te ayudará a cuidar aún más tu organismo.
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