Muelas del juicio: ¿Cuándo extraerlas?
Las muelas del juicio son uno de los principales motivos por los que los adultos acuden al dentista. Independientemente de tu higiene bucal, su crecimiento suele generar problemas y hace que sea necesaria, en muchos casos, su extracción. A continuación te explicamos algunos de los síntomas que indican que es el momento de decir adiós a los terceros molares
¿Cómo saber si tienes que quitarte las muelas del juicio?
Aunque una muela del juicio con dolor suele ser el síntoma más evidente, lo cierto es que para entender cuándo es necesaria la intervención de un odontólogo debemos explicarte un poco más cómo funciona su crecimiento y por qué tienen fama de ser problemáticas.
No todos los terceros molares tienen la misma forma ni nacen al mismo tiempo. Lo más normal es que crezcan cuando tienes en torno a 20 años, pero pueden aparecer antes o después. Su forma puede ser muy variada; de hecho tiende a ser muy irregular, y el ángulo de crecimiento también es distinto según el individuo. En ocasiones pueden llegar a crecer en horizontal o quedarse dentro de la encía.
Otro factor que juega un papel importante en cómo crecen las muelas y, en consecuencia, en sí hay que quitarlas o no, es el espacio que tienes en la boca para su crecimiento. Cómo se sitúan al final de la encía, es frecuente que no tengan sitio para nacer y desplacen al resto de dientes que tienen cerca. Teniendo en cuenta todas estas características, seguramente tengas que pasar por quirófano si pasa lo siguiente.
Sientes en el hueco de la muela del juicio un dolor intenso
Si no te han terminado de crecer estas muelas —o ni siquiera han salido— pero sientes dolor en la zona, suele tratarse de una mala señal. Cuando no pueden crecer, la encía a su alrededor se puede infectar, y entonces aparecerán los conocidos flemones, que deberás tratar con antibióticos. A esto se le conoce con el nombre de muelas retenidas y puede dar lugar a otros problemas como caries, problemas en el hueso, o incluso quistes con líquido y tumores.
Si se trata de este problema es fácil de identificar ya que sentirás dolor intenso en la zona, estará enrojecida, apreciarás un sabor desagradable en la boca y tendrás mal aliento. La inflamación y las encías sensibles son otro síntoma de que algo no va bien.
Las muelas del juicio brotan parcialmente
Como el crecimiento de los molares del juicio es irregular, es posible que no acaben de salir del todo y solo notes picos o trozos sobresaliendo de la encía. Esta situación no es la ideal: unas muelas que no han acabado de emerger son un imán para la placa bacteriana, debido a que son difíciles de limpiar.
A largo plazo, esto puede provocarte infecciones o caries que acaben pasando a otros dientes sanos. Por este motivo, es importante que valores con tu odontólogo la opción de quitarlas.
Como ves, no todas las muelas del juicio crecen igual ni tienen la misma problemática. Por eso es importante que en tus revisiones periódicas solicites la opinión de tu dentista y sigas sus consejos al pie de la letra.