¿Qué almohada tengo que escoger?
De media, cada noche nos pasamos unas 7 horas en la cama, de ahí la importancia de dormir con una postura correcta que ayude a proteger las cervicales y la zona lumbar.
La postura influye directamente en el descanso y si lo que queremos es que nuestro cuerpo descanse al 100%, hay que encontrar una postura cómoda que relaje la zona cervical y lumbar.
Qué ocurre si se duerme en mala postura
- Ronquidos
Es un problema muy habitual que se produce cuando existe una obstrucción del paso del aire entre boca y nariz. Al coger el aire se produce una vibración que genera este ruido.
- Dolor de espalda
Dependiendo de la postura al dormir, la presión en el cuello, hombros y zona lumbar puede ser mayor.
La postura que más acentúa la curvatura lumbar y por lo tanto genera este dolor de espalda, es dormir bocabajo.
- Problemas de estómago
Si sufres problemas de digestiones pesadas, acidez o reflujo por las noches, puede ser debido a la postura que adoptas al dormir.
La mejor manera de aliviar estos síntomas es durmiendo con la cabeza ligeramente elevada.
- Dolor de cuello
Para evitar el dolor de cuello o cervical al dormir es importante escoger una almohada que se adapte a nuestra forma y alivie la tensión.
Cómo elegir la almohada correcta
Como decíamos anteriormente, los dolores cervicales y el resto de problemas, suelen ser fruto de la mala elección de la almohada. Debemos utilizar una que nos ayuda a tener una posición cómoda que alivie la tensión cervical y lumbar.
No existe una almohada ideal para todos, sino que cada persona debe buscar la que mejor se adapte a su forma con el grosor que se sienta más cómodo. Aunque si deben cumplir una serie de requisitos:
- Mantener cabeza, cuello y columna vertebral alineados. De esta manera los músculos estarán relajados favoreciendo el descanso y la correcta respiración.
- Escoger el grosor según la postura que se adopta al dormir. Cada persona tiene una postura con la que se siente cómodo al dormir y por ello, es muy importante que se escoja una almohada acorde a estas preferencias.
Almohada alta: se considera que una almohada es alta cuando mide unos 15 centímetros. Suelen ser las elegidas por las personas que duermen de lado.
Almohada mediana: entre los 12 y 13 centímetros. Si se duerme boca arriba es ideal ya que ayuda a mantener la espalda recta al estar por debajo de la altura de los hombros.
Almohada baja: no más de 10 centímetros. Si al dormir prefieres estar bocabajo, necesitas una almohada fina que te permita mantener la alineación de cabeza-cuello-espalda.
- Elegir bien el relleno. La composición de la almohada también es muy importante. La gama de relleno es muy amplia y al igual que con el grosor, la postura que escojas también lo condiciona.
Pluma y plumón: son almohadas blandas que vienen muy bien a los que duermen bocabajo.
Látex: ofrece una buena sujeción a la cabeza. Si duermes de lado se adapta muy bien.
Espuma viscoelástica: son las conocidas como de “efecto memoria”. Esta función mantiene la forma de la cabeza y el cuello durante unos segundos mientras se cambia de postura. Viene muy bien a las personas que duermen de lado.
Sintético de algodón o fibra: son almohadas blandas y por lo general finas. Se adaptan muy bien a las personas que duermen bocabajo.
Tómate tu tiempo para escoger la almohada perfecta y lo más importante, pruébalas. Como decíamos antes, no existe una almohada o una postura ideal, cada persona es única y por lo tanto debe escoger en función de sus características.