¿Qué diferencia existe entre “orgánico”, “biológico” y “ecológico”?
Cada día estamos más concienciados de la importancia que supone la alimentación para nuestra salud. Por ello, la Unión Europea ha desarrollado diversos certificados que recogen las características que deben incluir los alimentos producidos en los países miembros, entre las que aparecen las palabras “orgánico”, “ecológico” y “biológico”.
Son muchas las ocasiones en las que, cuando nos referimos a un determinado producto, utilizamos estos términos indistintamente. Aunque tienen definiciones muy parecidas, en verdad no significan lo mismo.
¿Qué es un producto orgánico?
Son productos en cuya producción no se ha utilizado ninguna sustancia química como pesticidas o fertilizantes. Este tipo de productos, además de ser respetuosos con el medio ambiente, pueden ser beneficiosos para las personas que tengan alergia o intolerancia a determinados elementos químicos.
No se trata de productos “biológicos” ya que, a pesar de que no utilizan algunos elementos químicos en su producción, sí que pueden contener algunos productos modificados genéticamente.
Características de los productos orgánicos
- Contribuyen a mantener y potenciar la fertilidad del suelo
- Utilizan la rotación de cultivos
- Ayudan a mantener la pureza del agua subterránea
- Previenen la erosión y la pérdida de vida del subsuelo
¿Qué es un producto ecológico?
Estos productos crecen de manera totalmente natural en el suelo sin utilizar ningún producto artificial en su producción. Al igual que los orgánicos, este tipo de productos también son respetuosos con el medio ambiente, pero además estos poseen un certificado ecológico que garantiza su calidad.
Características del certificado ecológico
- Realización de prácticas medioambientales beneficiosas
- Aprovechamiento de los recursos de la naturaleza
- Exigente normativa que vela por el bienestar tanto de plantas como animales
- Utilización de energías renovables
Para que productos como verduras u hortalizas se consideren ecológicos, sus semillas también han de serlo. Además, la tierra y el agua que los rodeen deben estar libres de cualquier tipo de contaminante, como fertilizantes o pesticidas químicos.
¿Qué es un producto biológico?
Para que un producto sea considerado como biológico no puede tener ningún componente que haya sufrido cualquier proceso de alteración genética en un laboratorio, como ocurre con algunas frutas o verduras para mejorar su aspecto y conservación. Es el sello biológico el que garantiza que sus productos cumplen con los requisitos que los caracterizan.
Características de los productos con sello biológico
- Selección natural de las especies
- Contribuyen al aumento de la diversidad genética aprovechando el ciclo reproductivo natural de las especies
- Contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad
Legislación de este tipo de productos
Existen diferentes denominaciones en el mercado que expresan lo mismo que las anteriores, pero al no estar reguladas por la ley se pueden emplear para cualquier producto. De esta forma encontraremos por ejemplo el término “natural” en numerosos envases, una denominación que no significa nada en sí misma y nos puede llevar a engaño.
La ley europea establece que los productos ecológicos pueden tener como máximo un 5 % de ingredientes procedentes de Organismos Genéticamente Manipulados (OGM), ya que este porcentaje es el margen tolerable que puede controlar el productor.
Ante el incremento de los productos ecológicos en el mercado, ha sido necesaria una organización y regulación legislativa. De esta manera, desde el año 2009 los ciudadanos europeos podemos acogernos a la Regulación Europea 834/2007 del Consejo de la UE.
Sin embargo, a pesar de que a nivel legislativo los términos “orgánico”, “biológico” y “ecológico” se consideren sinónimos, lo más normal es que nos asalten las dudas al observar las estanterías de los supermercados repletas de este tipo de productos. Por ello, la mejor recomendación es informarnos bien sobre el producto antes de realizar cualquier compra.